Se considera que el estómago está íntimamente vinculado con la tierra, y la forma en que se consume la comida refleja esta conexión. Comer no es solo un acto físico, sino que simboliza el establecimiento de nuestras raíces con el entorno terrenal.
La armonía en el comedor es esencial, ya que la energía que emana de los alimentos no solo depende de cómo se han preparado, sino también de la energía del espacio donde se disfruta la comida.
Por lo tanto, el comedor ideal debe ser un lugar dedicado exclusivamente a las comidas, ubicado junto a la cocina y separado de la zona de estar, lo que permite una mejor circulación de la energía.
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