Un entorno compuesto únicamente por plantas perennes puede resultar excesivamente húmedo, lo cual no es favorable durante el invierno. Por otro lado, un jardín conformado exclusivamente por plantas caducas puede quedar desprovisto de follaje, lo que puede generar una sensación de tristeza en la temporada invernal.

Se recomienda optar por plantas autóctonas, ya que son más fáciles de cuidar y se adaptan mejor a su entorno, lo que contribuye a su bienestar y, en consecuencia, a la generación de una energía Chi más positivo.

Es importante reemplazar rápidamente las plantas que mueren, ya que estas pueden traer consigo energía Sha, considerada negativa y muerta que estanca la energía del espacio haciendo que nada fluya con facilidad.

En el diseño de un jardín, se aconseja dejar un área salvaje donde las plantas y hierbas puedan crecer libremente. Además, es recomendable realizar un ritual para solicitar permiso a los elementales de la naturaleza antes de intervenir en el espacio para mostrarles respeto.

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