La luz simboliza fuego y dependiendo de cómo la actives generaras espacios que inducen a la relajación o a la excitación.
Para empezar, es fundamental entender cómo fluye el chi en tu jardín, dependiendo de la forma y los elementos decorativos importantes que tengas puede variar mucho.
La iluminación debe ser equilibrada: ni demasiado intensa ni demasiado tenue. Esto ayudará a guiar la vista y el movimiento, creando un camino claro y acogedor.
Cuando elijas el tipo de iluminación, opta por luces suaves y cálidas. Las lámparas de jardín, luces LED de bajo voltaje y velas son opciones maravillosas que fomentan un ambiente relajante.
Es mejor evitar las luces fluorescentes brillantes, ya que pueden generar incomodidad visual y son poco acogedoras.
También es importante iluminar elementos clave de tu jardín, como fuentes de agua, estatuas o muebles. Esto no solo resalta su belleza, sino que también atrae energía positiva. Por ejemplo, una fuente iluminada es sinónimo de abundancia y prosperidad. Una mesa con velas y guirnaldas de luces hace que los comensales estén más relajados y conversen entre ellos con naturalidad.
Finalmente, no olvides crear zonas de descanso. Instalar luces suaves alrededor de bancos o áreas de meditación puede hacer que el espacio sea más acogedor y propicio para la relajación, permitiendo que el chi fluya de manera efectiva.
Fotos: @miespacioparasonyar