El estado de esta área puede marcar una gran diferencia entre generar una conexión acogedora o propiciar un distanciamiento entre el interior y el exterior de la casa. Además, un mantenimiento adecuado permite que el Qi o Chi (energía vital) pueda entrar y distribuirse de manera fluida y armoniosa en el espacio.
Es fundamental que la puerta principal se mantenga en perfecto estado por ambos lados, sin rayones ni desgastes visibles, y con una pintura bien cuidada. Este es un reflejo de la energía que deseamos que fluya perfectamente.
El acceso a la casa debe ser un espacio amplio, alegre y bien iluminado, tanto con luz natural como artificial. Un ambiente claro y bien iluminado no solo crea una atmósfera agradable, sino que también facilita el flujo energético positivo en todo el hogar.
Además, es crucial que el área esté despejada, sin obstáculos que dificulten la entrada y distribución del Chi. Se debe evitar convertir este espacio en un almacén o un lugar donde se acumulen objetos innecesarios, ya que esto puede interferir con la energía.
En cuanto a la decoración de la entrada, es recomendable evitar colocar fotografías muy personales o familiares en esta zona. Estas imágenes es preferible que se exhiban en áreas más íntimas de la casa, como el salón. Desde una perspectiva energética, colocar estas fotografías en la entrada podría simbolizar inconscientemente el deseo de que las personas retratadas se vayan pronto del hogar.
Asimismo, es importante evitar la presencia de figuras, cuadros o imágenes que transmitan tristeza, controversia o soledad, ya que la energía que estos objetos proyectan puede influir negativamente en el ambiente del hogar. Es similar a ser recibido cada día por una persona sombría o controvertida. En su lugar, es mejor optar por expresiones decorativas que transmitan belleza y armonía, generando sensaciones de paz y felicidad para quienes ingresan al espacio.
Para añadir una capa de protección energética al hogar, es aconsejable colgar una cruz encima de la puerta principal, en la parte interior. No importa el tamaño o material de la cruz; lo importante es su simbolismo, ya que con este gesto se busca que las personas que entren al hogar lo hagan «con Dios» y se retiren de la misma manera. Este detalle simboliza una manera de proteger tanto a quienes habitan la casa como al propio hogar de energías negativas externas.
Si el símbolo de la cruz no resuena contigo, existen otras alternativas que pueden cumplir la misma función protectora y espiritual. Se pueden utilizar ángeles, mandálas, la flor de la vida, el ojo de Horus, un tetragrámaton, un «Om» o cualquier otro símbolo que, por su significado, te aporte paz y protección.
Fotos: @el_mueble